Un grupo de bomberos rescató con una audaz maniobra a un joven que intentó suicidarse en un edificio de la zona de Las Cañitas, en el barrio de Palermo. A eso de las 20:30 hs del jueves, el Grupo Especial de Rescate (GER) tuvo que ser convocado para evitar que un muchacho de 21 años se tirara por el balcón de su departamento del quinto piso, ubicado en un inmueble de la calle Matienzo al 1800.
El joven atravesaba una crisis nerviosa y tenía en sus manos un cuchillo, lo que hizo más difícil la tarea de rescate de los bomberos. Sin embargo, el operativo terminó de manera exitosa, luego de que uno de los efectivos del GER entablara una conversación con el joven desde el balcón vecino, para mantenerlo distraído.
Al mismo tiempo, otro bombero que se encontraba en el piso inmediatamente superior al de este hombre, se descolgó del balcón superior y, al mejor estilo de la modalidad conocida como “hombre araña”, saltó al piso del joven y muy rápidamente lo redujo.
Ante los aplausos de los vecinos que seguían con angustia toda la situación, los bomberos lograron controlar al muchacho, mientras toda la escena quedaba registrada por la cámara de un celular. Rápidamente, el hombre fue trasladado al Hospital Fernández con un cuadro de descompensación psicótica.
“En estos casos, 500 metros antes del arribo se deja de tocar la sirena y la señal lumínica de la unidad se apaga para no llamar la atención de la persona que tiene su estado mental alterado y se estaciona a la esquina del lugar”, explicó en una entrevista con Infobae Federico Laprovitta, uno de los bomberos que participó del rescate.
Y prosiguió: “Nosotros tenemos experiencia para negociar con la gente para que deponga su actitud y se ponga a resguardo, o para por lo menos distraerlo y darnos la oportunidad para mitigar el riesgo y reducirlo de modo que no corra riesgo su vida”.
Por último, el especialista contó cómo fue el operativo para saltar al balcón del suicida: “En el sexto piso hicimos un anclaje de cuerdas, como los que realizan los alpinistas, con la autorización de la propietaria del departamento. Antes de eso, se planificó una señal, un ruido o una palabra, que va a ser el indicador del momento en el cual tenemos que saltar. Este caso fue un chiflido”, indicó.
