Boris Johnson en persona salió a alertar que la nueva cepa del coronavirus que se detectó hace unos días atrás en el condado de Kent, al sur de Londres, podría ser casi el doble de mortal que la original detectada a fines de 2019 en Wuhan, China.
Es que tres estudios científicos plantearon el riesgo de que esta nueva cepa detectada en territorio británico dificulte mucho más el esfuerzo del gobierno de Johnson para tratar de controlar la enfermedad.
“Existe alguna evidencia de que la variante local puede estar asociada a un nivel más alto de mortalidad en pacientes con Covid-19”, empezó anunciando el mandatario, para luego referirse a los estudios que advierten sobre el riesgo que se cierne sobre la salud pública británica.
Es que si bien en un principio se habló de que se trataba de una cepa súper contagiosa, ahora parece que, además, es mucho más mortífera que la que provocó la primera ola de la pandemia en ese país.
Probabilidades
Según el diario “The Sun”, que cita estos estudios, la nueva cepa tendría entre un 29 por ciento y un 91 por ciento de mayores probabilidades de ser mortal.
De acuerdo con Patrick Vallance, el principal asesor científico del gobierno de Johnson, entre 13 y 14 personas en promedio de cada 1.000 podrían morir por la nueva cepa, contra las 10 en promedio que actualmente fallecen con la cepa original.
“Definitivamente nos preocupan más y necesitamos seguir observándolas y estudiándolas", reconoció el experto.
En tanto que el Primer Ministro tuvo que reconocer que el número de fallecidos a causa de la pandemia en el Reino Unido “seguirá siendo alto al menos por un tiempo".
