Humberto Vicente Castagna, más conocido como Cacho Castaña, murió esta mañana en el Sanatorio de Los Arcos, donde estaba internado por una bacteria que había ingresado en sus pulmones. El cantante tenía 77 años y hace tiempo atravesaba graves problemas de salud.
Desde sus inicios parece haber estado predestinado a ser uno de los cantautores más importantes de la Argentina durante la segunda mitad del siglo XX.
Su atracción por la música comenzó siendo muy chico. Verdadero niño prodigio, a los 14 años ya era profesor de piano, lo que le permitió introducirse en el mundo del tango siendo muy joven, en la década del ’60, cuando todavía no se había terminado la era de oro de las grandes orquestas.
Nació en el barrio de Flores en 1942, en momentos en que un tal Jorge Bergoglio, ilustre vecino suyo, empezaba la escuela primaria a pocas cuadras de su casa, y en Europa y el Pacífico arreciaba la Segunda Guerra Mundial.
Sus inicios como pianista de orquestas de tango le abrieron muy rápido las puertas de la naciente televisión argentina, donde estaban de moda los programas “ómnibus”, que duraban toda la tarde de los sábados y domingos, y en los que se presentaban artistas nuevos. Así como Cacho supo aprovechar su oportunidad, también fue el trampolín para otros grandes artistas de esa época, tales como Chico Novarro, Lito Nebbia, Palito Ortega, Sandro y Leonardo Favio, entre otros.
Es autor de grandes éxitos de la canción, como “Café La Humedad”, “Lo llaman el Matador”, “Garganta con arena” (dedicada a Roberto Goyeneche), “Para vivir un gran amor”, y muchos más. En 2005 recibió el Premio Gardel por su álbum “Espalda con espalda”, y el Diploma al Mérito de los Premios Konex como autor y compositor de tango. Llegó a editar 25 discos a lo largo de su prolífica carrera, que iban desde el tango hasta la canción melódica, así como participar de once películas, la mayoría en el estilo comedia musical.
En los últimos años participó de varias ficciones y programas de televisión, como “Dulce Amor”, “Tu cara me suena” y “Buenos muchachos”, pero sus problemas de salud, en gran parte relacionados por su adicción al cigarrillo, lo obligaron a cancelar muchas presentaciones y trabajos, sufriendo numerosas internaciones por problemas respiratorios, cardíacos e infecciosos, de los que cada vez se reponía y volvía a realizar apariciones en público.
En junio pasado, Cacho se había dado el gusto de celebrar su cumpleaños número 77 junto a su última pareja, Marina Rosenthal, en el mítico café La Humedad, del barrio de Almagro, rodeado de amigos como Alejandro Lerner, Guillermo Cóppola, Coco Basile, Cacho Fontana, Fernando Burlando junto a Barby Franco, El Polaco y Karina La Princesita.
