En diálogo con Martín Cárcamo, Cecilia Bolocco habló del sufrimiento que vivió su familia luego del diagnóstico de su hijo Máximo Menem. Al respecto, la presentadora de televisión contó que, inicialmente, el joven presentaba fuertes dolores de cabeza que primero asociaron a problemas emocionales. Eso fue hasta que, en una sesión de fotos, vomitó a causa de las dolencias.
A raíz de ese hecho lo llevaron de urgencia a una clínica, donde no tardaron en informarle que Máximo padecía de un tumor cerebral que se notaba a simple vista en el scanner que le habían realizado minutos atrás. Cuando Bolocco llegó a la clínica, su hijo estaba siendo trasladado a la unidad de terapia intensiva.
“Yo vi a Máximo muy asustado y eso inmediatamente me hizo tomar una postura de ‘aquí no pasa nada y lo que esté sucediendo lo vamos a resolver’”, señaló Cecilia, angustiada al recordar esos días. Sobre eso, la ex Miss Universo puntualizó que las horas en las que Máximo fue operado fueron las peores de su vida.
“Yo te diría que han sido las ocho horas más largas. Solo recuerdo que recé ocho horas de rodillas y pedí que lo acompañaran, que lo cuidaran, que se hiciera todo con una mano divina y gracias a Dios todo salió bien”, expresó la mamá de Máximo sobre ese angustiante día.
Leé también
Fue después de la operación cuando se enteraron que el tumor era cancerígeno: “Yo no sabía que tenía tanta fuerza, tengo que admitirlo. Hice las preguntas más duras, hice todas las preguntas. Cada respuesta era más dramática que la otra, cada una era peor. Cuando terminé de averiguar todo, pedí si me daban un segundo y ahí exploté en llanto”.
“Recuerdo haber empezado a llorar como no lo había hecho nunca en mi vida”, relató Cecilia Bolocco, y sumó: “Una oscuridad tan profunda era la que me empezó a invadir. Puro miedo, pura angustia y recordé lo que me decía la doctora: ‘dos años, le quedan dos años’”. A pesar de eso, la mujer confesó que no volvió a llorar para aprovechar cada segundo de Máximo.
“Esa Cecilia murió esa noche y pudo reconocer el valor de cada instante, presente y supe gozarlo. La tentación de dejarse llevar por ese dolor y por esa angustia te puede robar lo más valioso que tenés, el goce de quien amás”, concluyó Bolocco.
