Increíblemente, el salvaje crimen de Fernando Báez Sosa no parece haberse convertido en una bisagra para la violencia que existe a la salida de los boliches. Si bien el ataque de los diez rugbiers al joven en Villa Gesell tiene conmocionado a todo el país, todavía sigue habiendo casos de brutales agresiones en un supuesto clima de "festejo".
En este caso, el ataque fue perpetrado por cinco agresores a un joven de 22 años, en la localidad patagónica de Sarmiento, en el centro sur de la provincia de Chubut. Ocurrió el sábado pasado a eso de las 6:30 horas, a la salida de un boliche, cuando la patota golpeó a Luciano Gianonne, lo tiró al piso y le pateó la cabeza hasta dejarlo inconsciente.
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Luego del llamado de los vecinos a la Policía, Luciano fue trasladado de urgencia al Hospital Regional de Comodoro Rivadavia, donde los médicos constataron los graves traumatismos sufridos, por lo que quedó en coma farmacológico durante cuatro días.
Un amigo del joven que también fue agredido por la patota pero logró huir, relató cómo los agresores le patearon la cabeza a Luciano hasta dejarlo inconsciente.
La fiscal a cargo de la causa, Laura Castagno, informó que el joven fue atacado por cinco personas y que tres son militares. “El dato llamativo es que forman parte de las filas del Ejército Argentino”, confirmó en declaraciones a medios locales, aunque todavía no trascendió la identidad de los acusados. Por ahora, la Justicia sigue recabando pruebas y está solicitando que los testigos del ataque se presenten a declarar.
Luciano, por su parte, salió ayer de terapia intensiva y, a través de las redes sociales, agradeció a todos los que lo ayudaron. “Gracias a Dios que me salvó, a los que oraron y colaboraron y a los que me encontraron”, escribió, junto a varias imágenes en silla de ruedas el hospital donde se pueden ver los golpes que recibió.
