Hace aproximadamente un mes, un hombre llegó acompañado por su perro al hospital de Nuevo Laredo en México, con síntomas compatibles al coronavirus. Lamentablemente, los médicos confirmaron el diagnóstico y tiempo después falleció. Pero su fiel compañero, ese perro que estuvo con él en la clínica, permaneció día y noche a la espera de su dueño en la puerta del lugar.
Conmovidos por la historia, los integrantes del personal médico del establecimiento le acercaron agua y comida durante todo el tiempo que el animal pasó fuera. “A nosotros ese perrito nos da mucha felicidad. Siempre que nos ve nos acompaña del área Covid-19 al Hospital General y luego regresa, y dan las 5 de la mañana y está parado en la puerta de la sala o en la entrada de Urgencias”, expresó Dulce, la encargada de la sala de Covid-19 al medio El Mañana. Además, para que no esté a la intemperie, los médicos le armaron un refugio temporal.
El animal, cuyo nombre adoptivo es Covito, logró captar la atención de cada miembro del hospital por su lealtad incondicional hacia quien fuera su dueño. Después de una larga espera, algunos profesionales afirmaron haber visto lágrimas en los ojos del can al no tener ninguna noticia sobre su amigo humano.
La historia tomó trascendencia pública tanto a través de las redes sociales como en los medios locales, y llegó a Kandra Hernández, representante de un refugio para mascotas que se encuentran en situación de calle.
La mujer viajó personalmente hasta Tamaulipas para ayudar a Covito, en especial porque se acercan los días más fríos del año en la región. “Por fin encontré a Covito. Su historia me partió el alma, pero ya no andará en las calles. Lo llevo a mi pequeño refugio, en el que hay un total de 43 perritos y gatitos callejeros”, comunicó la mujer a través de Facebook.
Pero como Hernández solo podía darle asilo temporal, otra organización de ayuda animal acudió al rescate. Se trata de Paws On Board Rescue Support, dirigida por los estadounidenses Angie Ancitra y Tony García, quienes se pusieron en contacto con Kendra y le ofrecieron una solución definitiva para el perro: ya vacunado y revisado por veterinarios, Covito fue trasladado a un nuevo refugio en Laredo, Texas, donde se comprometieron a buscarle un nuevo hogar definitivo.
