Damián De Santo decidió cambiar el rumbo de su vida y vivir en Villa Giardino, Córdoba en el medio de la naturaleza junto a su familia. Pero los incendios forestales se convirtieron en un flagelo desde hace meses por la sequía, y el incendio que se desarrolló ayer, alcanzó sus cabañas y se vio obligado a hacer lo imposible para salvar su propiedad.
El foco comenzó a las seis de la mañana en la zona de Río Pinto y se trasladó a la cumbre. El rápido crecimiento del fuego advirtió a los vecinos que se acercaron a los bomberos a ayudar a frenarlo. Los aviones hidrantes cargan agua de las piletas para tirar sobre los distintos focos. En ese marco, De Santo preocupado por la situación, arrojó agua con una hidrolavadora y una manguera de jardín a unos pastizales tomados por las llamas, en una zona muy cercana a su propiedad, ubicada en el norte de Punilla.
Más de 150 bomberos trabajan en el lugar incansablemente. Pese a que la semana pasada llovió y combatió la sequía que tiene la zona desde hace meses, no alcanzó. En una entrevista, el actor habló sobre los incendios que afectan su fuente de subsistencia: “El viento norte trae el fuego para esta zona. Teníamos fuego al sur y al norte de Cosquín y Capilla del Monte. Uno tiene ese miedo de que el fuego llegue a casa. A la noche uno se va a dormir y a la mañana siguiente es espantoso e increíble cómo se acerca el fuego”.
