Es una pasión cordobesa. Como el fernet, como el cuarteto. Desde que abrió sus puertas como un sencillo buffet de Club Cultural, Social y Deportivo IME, convocó multitudes. Y el furor no se detiene. Tanto al mediodía como a la noche es difícil conseguir un lugar libre en su salón para 70 comensales, un salón austero, de paredes con ladrillo y mesas sin mantel, donde se estila servir el vino con soda y las gaseosas vienen en tamaño grande.
¿El secreto de su vigencia? Mantenerse fiel a si mismo. Buenos precios, buena cocina casera, un combo que primero atrajo a los obreros y trabajadores del barrio Alberdi y que, gracias al boca a boca, se extendió por toda la ciudad.
“En Alberdi se fogoneó el Cordobazo, la reforma estudiantil. Es un barrio de mucha reivindicación y lucha popular”, cuenta Cristian Martínez, que heredó el comedor de su padre, Dante, en el año 2000.
Rastrojero y papas fritas
Algo de historia: el club IME está relacionado con los orígenes del peronismo y específicamente con la empresa estatal Industrias Mecánicas del Estado, que además de fabricar autos, tractores, lanchas, estuvo a cargo del diseño y la producción del inolvidable Rastrojero diesel, que se comercializó entre 1952 y 1979 como el gran vehículo utilitario nacional.
Liderados por Carlos Schwab, los trabajadores de la empresa fundaron el club para contar con un espacio de recreación, un reducto “bien de barrio” con mesas de billar, cartas y un sapo, que solo abría de noche. Es más, la casa que actualmente ocupa el comedor la intercambiaron por un Rastrojero.
Bife de chorizo, la estrella
La comida en un comienzo era básica. Sandwiches y empanadas. Hasta que la construcción de un centro comercial a 100 metros de la sede trajo una oleada de obreros y movimiento, que demandaba parar para almorzar rico y barato. Milanesas, pastas, flanes, guisos y clásicos como el vitel toné o el salpicón comenzaron a poblar el menú. “El lugar se empezó a llenar y no paró”, dice Cristian.
La estrella de la carta es el bife de chorizo con papas fritas y huevos fritos con la yema bien jugosa, que obliga a mojar el pancito. O la lasagna de espinaca y carne, con queso, jamón y salsa de tomate y gratinada a horno fuerte. Son pocos platos, pero son los de siempre. Los que lo convirtieron en uno de los grandes bodegones de Córdoba. Tan clásico e imperecedero, como el fernet, como el cuarteto.
Club IME
Caseros 1210, Alberdi, Córdoba Capital
Todos los días mediodía y noche
Fines de semana, solo mediodía
