Dejan que se echen a perder miles de toneladas de cebollas por la caída de los precios. Al menos 1200 productores de cebolla del valle bonaerense del Río Colorado dejarán que se eche a perder parte de su producción por un conjunto de factores que van desde la caída de las exportaciones a Brasil, el cual es comprador clave, hasta la baja de precios y falta de mano de obra para la recolección.
En su mayoría, se trata de pequeños y medianos agricultores que arriendan las tierras para cultivarlas, o se asocian con los dueños de ellas para poder trabajarlas de manera conjunta. Sin embargo, han sido varias las causas de un panorama desolador como para dejar las cebollas en el campo: una inflación imparable, costos de insumos dolarizados, dificultad para conseguir mano de obra registrada, una crisis hídrica de larga data, una importante caída en la exportación a Brasil y, como si fuera poco, un precio bajísimo en el mercado interno.
A pesar de que la producción de la temporada parecía una señal de buen augurio para los agricultores del sur, en medio de la pandemia y después de una buena cosecha en Brasil, las ventas hacia ese destino bajaron más de un 30 por ciento. Si bien a comienzos de 2020 se pagaba hasta 30 pesos por kilo en el campo, en poco tiempo el precio tuvo un descenso y hoy se encuentra por debajo de los costos de producción.
De acuerdo con la Confederación Argentina de la Mediana Empresa (CAME), la Argentina tiene una superficie cultivada total de entre 18 mil y 20 mil hectáreas. A partir de allí sale una producción de entre 700 mil y 750 mil toneladas anuales aproximadamente. El 30 por ciento se exporta y el resto se destina al consumo local.
