Todavía está abierta la herida que causó la muerte de Micaela García, la joven abusada por un violador reincidente que había sido liberado antes de cumplir su condena. Las víctimas de violación, de violencia de género, se repiten día tras día. Muertes que podrían evitarse y sin embargo suceden, nos lastiman.
Quizás impulsada por el dolor, la bronca y la indignación, la actriz Verónica Llinás decidió compartir, a través de su cuenta de Twitter, una historia desgarradora, un testimonio en primera persona que deja en evidencia que cualquier mujer, puede convertirse en víctima.
“A los 22 años sufrí un intento de violación. En la comisaría me preguntaron hasta el hartazgo si había provocado al violador”, escribe Llinás y agrega: “Insinuaron que si hacía la denuncia ese cuestionario se multiplicaría por 10. El subcomisario terminó invitándome a salir. Lo juro”.
Su historia, que ocurrió en el año 1982, retrata no solo una situación de abuso, sino la reacción de la policía frente a lo ocurrido, es decir, una víctima puesta en tela de juicio y totalmente desprotegida.
