Se acerca el Día de la Madre y la preocupación y angustia de muchos tiene que ver con la posibilidad de celebrarlo en familia, en medio de la cuarentena. Es que desde que se decretó el aislamiento obligatorio a nivel nacional, a fines de marzo pasado, pronto se van a cumplir 200 días de distanciamiento social sin que se vislumbre un final de las medidas de cuidado para prevenir la propagación del Covid-19.
Y, en ese sentido, la tradicional celebración del Día de la Madre, pero también las Fiestas de Navidad y Año Nuevo, parecen estar condicionadas a las medidas adoptadas. Además, la Argentina acaba de convertirse en el país con mayor número de nuevos casos de muertos por millón de habitantes del mundo a raíz del coronavirus, una estadística que refleja las dificultades que existen para reducir el ritmo de contagios.
Sin embargo, desde distintos ámbitos han surgido propuestas para crear “burbujas sociales” que permitan que las familias puedan reunirse en estas celebraciones tan importantes y puntuales, bajo ciertas condiciones y cuidados extremos para evitar la propagación del virus.
En agosto pasado, la legisladora bonaerense Josefina Mendoza, de Juntos por el Cambio, había elevado un proyecto en el que los encuentros tenían un límite de 10 personas, una iniciativa que ya fue implementada en países como Canadá, Bélgica y Nueva Zelanda. Las condiciones para tales reuniones incluían que se realizaran al aire libre, respetando los protocolos sanitarios, y que todos residieran en la misma ciudad.
Pero ahora se elevó un nuevo proyecto en la provincia de Santa Fe para contemplar las celebraciones del Día de la Madre y las Fiestas, teniendo en cuenta que la cuarentena debería seguir por lo menos hasta fin de año, de acuerdo con el elevado nivel de contagios que registran varios distritos del país.
