Diego Poggi se volvió tendencia en Twitter tras compartir un triste mensaje homofóbico que recibió por parte de su padre. Después del hecho, el periodista intercambió algunas palabras con sus seguidores y comenzó a disparar fuerte contra el kirchnerismo.
Esto sucedió cuando un usuario le marcó la importancia de estar presente en espacios dentro de la comunidad LGBT+. “Salir del closet con tu familia es un cambio trascendental en la vida de cualquier persona LGBTIQ+. Literal te cambia la forma de pensar y ver la vida. Ojalá esto te haga dar cuenta que es muy importante apoyar espacios políticos que promuevan la visibilidad y ampliación de los derechos humanos”, escribió un usuario identificado como periodista independiente.
Lejos de apuntar a un partido o espacio político en particular, esta persona se refirió únicamente a la militancia de la comunidad, pero Diego Poggi fue contundente en su respuesta: “¿Vos me estás diciendo que debería ser K y militar solamente por contarle a mi viejo que salgo con pibes? La homosexualidad no es una enfermedad mental, pero ser Kirchnerista sí”.
Su mensaje provocó intercambios de opinión en quienes, minutos antes, lo apoyaban. Poggi no se dejó pasar por arriba y, sin importar si lo apoyaban o no, siguió hablando sin filtro en tweets que posteriormente borró. “Es increíble, pero los únicos mensajes de odio que recibí son de pibes kirchneristas que se identifican con el colectivo LGBT+. Ser p… no es una enfermedad mental, ser K sí”, enfatizó el conductor en un comentario que después borró.
En el otro posteo que eliminó, Diego Poggi habló de su posición política: “Y para que se queden tranquilEs, no soy macrista. Que no me banque el kirchnerismo no me hace automáticamente macrista. Macri fue uno de los peores presidentes que tuvimos, pero los K son chorros y psicópatas, y disfrutan que haya gente pobre”.
Después de borrar estos mensajes, el periodista habló con el influencer Lucas Baini y reconoció su error al haber hablado de forma desmedida: “Solo recibí odio de esta gente y escribí eso. El fanatismo desmedido me hace pensar en distorsiones cognitivas”.
