Oriana Sabatini es una de las mujeres más bellas y sexies del espectáculo, protagonista de una exitosa carrera como artista pop y de una gran historia de amor con Paulo Dybala. Sin embargo, nos siempre fue así.
La joven artista confesó en diálogo con al revista Gente que cuando era adolescente no la pasó nada bien a causa del precoz desarrollo de su cuerpo: “Crecí con muchos complejos y sufrí frente al espejo. Me miraba con odio, siempre buscando algún defecto que justifica mi inconformidad con mis piernas, con mi panza...”, contó a corazón abierto.
Luego, Oriana Sabatini agregó más detalles del capítulo más oscuro de su vida: “Siempre fui enorme respecto a mis compañeras. Cuando ella todavía no se habían desarrollado, yo ya medía un metro setenta, tenías lolas y curvas que intentaba disimular. Padecí por ser ‘la diferente’. Era terrible ir a la pileta, donde todas usaban bikini, o prepararme para salir en una edad en la que las chicas solemos uniformarnos en un estilo”.
Afortunadamente, el tiempo la ayudó a aceptarse, a entender que la búsqueda de la perfección le quitaba la posibilidad de disfrutar plenamente de la vida: “Tardé 23 años en darme cuenta de que al entrar a un lugar, nadie se dará vuelta para verte por ser perfecta. Y en este país, donde el foco está puesto en lo físico, no por nada tenemos la cifra más alta en víctimas de trastornos alimentarios, quiero ser yo la que le diga a las chicas: ‘Vas a conquistar el mundo por lo que seas, por tu energía interior’”, concluyó Oriana.
