Una influencer está viviendo un verdadero drama al ser acosada por un seguidor tras publicar una foto de su gato con su chapa identificatoria y su número de teléfono. Noelia Avalle fue acosada por un hombre que halló su número de teléfono en una foto de la chapa identificatoria de su gata.
Después que Avalle publicara la imagen con el animal a través de las redes sociales, este hombre comenzó a acosarla, enviándole amenazas de secuestro, violación y mensajes de contenido sexual, a pesar de que haya hecho la denuncia en una comisaría de Quilmes.
Las autoridades judiciales identificaron a este hombre como Victor F, domiciliado en Villa Adelina. El hecho comenzó el pasado 13 de febrero, cuando la joven subió una foto de su gata en donde se puede ver la chapa identificatoria con su número de teléfono. Ese mismo día, una seguidora le avisó sobre el peligro que podía significar que una persona hiciera captura de pantalla y agrandara la imagen para poder ver el número. Ella leyó este mensaje cuatro horas después de haber hecho la publicación porque estaba ocupada, y fue entonces cuando pensó que nadie había hecho nada extraño.
Tras los primeros mensajes acosándola, una seguidora y conocida de la influencer le envió un mensaje al acosador pidiéndole que deje de molestar y él le volvió a contestar enfatizando que iba a raptar, le manda una foto del arma con la que lo iba a hacer, con las balas, el cargador y una placa. Aseguraba pertenecer al sector de narcóticos por lo cual tenía todos sus datos.
Además, le envió una foto de una jeringa, un polvo blanco y unas pastillas acompañaban el siguiente texto: “Te preparé este coctel para vos. Yo sé dónde estás, tengo tu ubicación, todo tengo. No te mudes, no te vayas del país porque te voy a encontrar. Vos te vas a venir conmigo”, expresó. Estos últimos mensajes llegaron una madrugada, acompañado de decenas de llamados entre las 3 y las 6 de la madrugada.
Cuando pensó que todo había pasado, llegó nuevamente un mensaje que decía: "Estoy afuera". De forma inmediata, la joven accionó el botón antipánico que tenía en su poder y unos 20 minutos después, llegaron dos patrulleros que revisaron la zona y no encontraron a nadie.
Este lunes, la fiscal Eugenia Aparicio investiga el caso, bajo una calificación de amenazas agravadas.
