El amor es el amor. Y como la racionalidad, en materia de sentimientos, no existe, Humberto Tortonese (52) decidió dejarlo todo para ir detrás de su novio: Nico Miloro, un joven chef de 27 años. Según los planes, la pareja se iban a instalar en San Francisco (Estados Unidos) para trabajar en un restó. Pero las cosas no salieron cómo esperaban.
Sin que nadie supiera de su retorno, esta mañana, Tortonese irrumpió en el estudio radial donde habitualmente realizaba su programa junto a la Negra Vernaci (Black and toc). Allí fue recibido con euforia total:
Luego, por supuesto, llegó el momento de contar la historia. Es decir, el motivo de su intempestivo regreso: “Día a día me comía los ahorros. Me asusté. Yo no puedo venir (a Estados Unidos) como un inmigrante de 16 años a empezar de nuevo. Me duele la espalda”, luego contó detalles de su llegada: “Al principio todo es ideal… Vos bajás del avión y te hacen sacar los zapatos, te meten el dedo en el culo; y yo me reí cuando me metieron el dedo en el culo. Me preguntaron: ‘¿De qué se ríe?’, y le respondí: ‘En mi país era mejor’”.
A pesar del tono humorístico del relato, Humberto habló de la masacre de Orlando. “Fue como un aviso también: ‘Acá no pises, acá no somos amigables’”.
Por estas horas se dice que lo del viaje no fue más que una broma que contó con la complicidad de Vernaci. Aunque intentamos comunicarnos con Tortonese, por ahora, todo se mantiene en el más absoluto misterio.
