Hace tan solo unos pocos días, El príncipe Harry y su esposa Meghan Markle anunciaron su felicidad por convertirse en padres nuevamente. Sin embargo, un nuevo anuncio sacudió al matrimonio y en especial al heredero real.
El año pasado la pareja anunció su deseo de querer llevar una vida independiente del Palacio de Buckingham, incluso en otro país. Motivo por el que pasaron por Canadá y finalmente se instalaron en Estados Unidos, país de origen de Meghan.
Uno de los acuerdos pendientes por revisar tras su salida de la realeza británica era sí podrían conservar sus títulos reales o no. Después de 12 meses la Reina Isabel respondió de manera contundente y negó que aquella fuese una posibilidad a tener en cuenta.
De acuerdo al diario británico The Times, El príncipe Harry está bastante afectado con la decisión porque significa que tendrá que renunciar a una serie de puestos asociados a su papel de realeza. Entre los títulos a los que tendrá que decirle adiós están los rangos militares que recibió mientras servía al ejército de su país y por lo que se sentía muy orgulloso.
Esto significa que El príncipe Harry perderá sus nombramientos militares honoríficos así como su apreciado papel de capitán general de los Royal Marines, de comandante aéreo honorario de la RAF Honington en Bury St Edmunds y de comodoro jefe de Pequeñas Naves y Buceo, del Real Mando Naval. Los duques de Sussex también tendrán que renunciar a todos sus patrocinios reales en favor de la reina como, por ejemplo, en el Teatro Nacional, la Unión de Futbol de Rugby, la Liga de Futbol de Rugby y el Maratón de Londres.
Por su parte, El príncipe William quedó furioso y triste por la despedida de Meghan y Harry hacia la Reina y cree que la declaración final de la pareja fue “insultante, irrespetuosa y petulante”, aseguran los medios británicos. El Duque de Cambridge se mostró “conmocionado y triste” por el comportamiento de su hermano hacia la monarca, dijeron las fuentes al Sunday Times, después de que Harry y Meghan fueran despojados de sus títulos reales y de que Su Majestad sugiriera que una “vida de servicio público” no es compatible con la nueva y lucrativa carrera de la pareja en EEUU.
