En Chile descubren una “momia extraterrestre”. Un coleccionista aficionado que estaba en pleno proceso de exploración del pueblo La Noria, en el desierto de Atacama, halló una tela blanca dentro de una bolsa de cuero y, al abrirlo, se encontró con un pequeño esqueleto momificado. Inicialmente, el cuerpo encontrado podría tratarse de un extraterrestre, ya que el cuerpo presentaba características atípicas.
El cuerpo momificado contaba con 15 centímetros de largo, 10 pares de costillas (dos menos que los humanos), órbitas muy grandes y una cabeza que termina en forma de cono. A partir de su hallazgo, la misteriosa figura llamó la atención y las especulaciones con respecto a su origen no tardaron en llegar.
Tal fue el interés que generó el descubrimiento que terminó formando parte de una colección privada en Barcelona, España, a miles de kilómetros de donde había sido hallado.
Tras diversas investigaciones, se pudo revelar la verdad detrás del enigmático hallazgo de Ata, como fue bautizada, haciendo mención a la ubicación en la que fue encontrada, cerca del desierto en el norte de Chile. Estos no eran restos de un alienígena, sino que el esqueleto momificado pertenecía a una niña.
De acuerdo con el contenido publicado en la revista científica Genome Research en mayo de 2018, a pesar de que los primeros especulaban que podría tratarse de un ser de siete u ocho años de edad, se determinó que era una bebé que murió al poco tiempo de haber nacido. Y que presentaba 64 mutaciones en sus genes.
Garry Nolan, profesor de microbiología de la Universidad de Stanford en California, indicó: “Lo sorprendente, que desde el principio nos hizo pensar que había algo extraño, fue la aparente madurez de los huesos. El cuerpo se veía mucho más maduro a pesar de que el espécimen fuera pequeño. Creemos que uno o varios de los genes mutados fueron los responsables de esto”.
