Eva de Dominici se convirtió en mamá el año pasado en Los Ángeles, en pareja con Eduardo Cruz, hermano de la actriz reconocida Penélope Cruz. En un nuevo rumbo para su vida, decidió instalarse definitivamente en Estados Unidos para desarrollar su carrera profesional como actriz y capacitarse. Pero en el medio, llegó Cairo a cambiarle totalmente las prioridades. Con un emotivo posteo, la actriz festejó el cumpleaños de su hijo.
"Un año atrás me convertía en la mamá de esta maravilla. Feliz primer año Cairo", escribió la modelo y actriz argentina con su hijo en brazos.
Cairo llegó a la vida y pesó 2,800. Luego de su ruptura con Joaquín Furriel, con quien estuvo varios años en pareja, Eva se fue de viaje y se alejó del mundo mediático. La actriz se puso de novia rápidamente con Eduardo Cruz, el hermano de Penélope, a quien conoció por amigos en común mientras vivía en Estados Unidos.
Eva tardó varios meses en confirmar que estaba embarazada, a pesar de los fuertes rumores que aseguraban su estado, y lo hizo recién transitando los 8 meses de gestación, en una nota donde afirmó: “Fue una decisión charlada y madurada en pareja. Edu es reservado al extremo, y a mí me gustan los hombres así. Reconozco que algo de esa timidez, de esa discreción, me seduce por completo”.
Semanas atrás, en una entrevista con la revista “Hola!”, contó lo difícil que fue para ella dar a luz en soledad, con casi toda su familia imposibilitada de viajar para acompañarla en Los Ángeles. La cuarentena obligatoria provocó el cierre de las fronteras y la suspensión de la mayoría de los vuelos entre la Argentina y los Estados Unidos, por lo que su mamá no pudo viajar para estar cerca de ella durante el parto ya que, en el momento de dar a luz, sufrió un problema de salud.
“Cairo nació en el Centro Médico Cedars Sinai de Los Ángeles. Fue un parto soñado, a pesar de que mi familia no pudo acompañarme. Mi papá tuvo un problema personal y días antes, a mi mamá le encontraron un aneurisma. Se podría haber muerto. Fue muy movilizante todo lo que me pasó al mismo tiempo. La única que pudo venir fue mi abuela, que vive en Lanús y nunca había viajado en su vida. ¡Imaginate lo que fue tenerla acá conmigo!”, expresó, todavía sensibilizada por el momento que vivió.
"Me cocinaban, me llevaban a los controles, fueron muy importantes porque yo estaba preocupada por mi mamá, que estaba recién operada y tan lejos. Los primeros días del nacimiento de Cairo me sentía huérfana. Lloraba todas las noches. Por más de que estaba acompañada, necesitaba a mis papás. Pero por suerte, tuve mucha contención", confesó.
