Familias desentierran pollos en mal estado que habían sido enterrados por la Policía de Misiones tras un decomiso por contrabando. Una inusual y grave situación se evidenció el pasado martes en la localidad de Puerto Iguazú (norte de la provincia), donde cientos de familias en situación de extrema vulnerabilidad social se dirigieron al predio municipal de Las Dos Mil Hectáreas para desenterrar cajas de muslos de pollo en estado de descomposición, presuntamente para poder consumirlos a pesar del grave riesgo para su salud.
De acuerdo con la información publicada por La Voz de Cataratas, el pasado sábado el personal de la Prefectura Naval secuestró 1.200 kilos de muslos de pollo de origen argentino. En medio de este operativo en el barrio Altos del Paraná, los pollos fueron entregados al Senasa para que corroboraran su estado sanitario y, al certificar que no estaban aptos para el consumo, la Prefectura decidió enterrarlos.
A pesar del anuncio del Senasa, apenas llegó el camión municipal con el cargamento de los pollos, los vecinos de la zona de Las Dos Mil se acercaron para esperar y luego desenterrar las cajas. Fue así como sacaron las cajas y se las llevaron posiblemente para consumirlas, según la información publicada por el medio local Misionescuatro.com.
Por su parte, la Prefectura indicó que el secuestro del cargamento de pollos y otros alimentos fue producto del “resultado de un patrullaje realizado en el paraje conocido como Ex Club de Pesca, donde personal que custodiaba la zona detectó a hombres y mujeres salir de la costa transportando varios bultos”.
Desde la fuerza federal señalaron que “al advertir la presencia policial, el grupo ingresó a una vivienda, ubicada en el barrio Altos del Paraná, y comenzó a agredir con piedras al personal, hiriendo a uno de los efectivos y dañando un patrullero”. Sin embargo, el operativo continuó con la formación de un perímetro de seguridad y el pedido de intervención del juez federal de Eldorado, Miguel Ángel Guerrero, quien ordenó allanar el domicilio.
