Fernando Dente es el chico Disney que pegó el salto. Llegó a la tele como una revelación, con una sonrisa encantadora y un enorme talento. Canta, baila, actúa ¿Quién iba a pensar que puertas adentro de su casa había vivido una traumática experiencia?
Pero a sus casi 30 años, Dente decidió romper el silencio. No solo habla abiertamente de su sexualidad, sino que revela el violento contexto familiar en el que creció.
En diálogo con la revista Gente, el actor ofreció un relato desgarrador: “Vivir en casa era imposible. Hasta llegué a odiar tener que volver al final del día… Mis viejos estuvieron juntos más de treinta años y se llevaban fatal. Papá (José) era muy violento con mamá (Adda). Y crecí rogando que se separasen", confesó.
Luego aportó más detalles de su historia: "El clima era caótico, espantoso. Como a los diez años no tenés escapatoria, cuando todo se ponía negro me encerraba en el baño. Imaginaba una gran balanza y pensaba: de un lado está toda esta porquería, del otro mi ilusión: ‘Voy a ser actor. Sé que algo me rescatará’. Fue así, sobre el escenario encontré la paz. Mi vocación me salvó la vida. Fue una caricia en ese ambiente hostil".
Pero lo malos tiempos no terminaron con la separación de sus padres, que se produjo cuando él tenía 15 años: “Fui a vivir con mamá y corté el vínculo con mi viejo. Quedé asustado. Le tenía miedo".
EL REENCUENTRO CON SU PADRE
Aunque el hombre falleció en 2014, Fernando tuvo la posibilidad de reconstruir el vínculo, perdonar y sanar heridas: "Papá fue muy violento con mamá, con mis hermanos… Pero conmigo era un sol. En algún lugar me despertaba ternura. Un tano escapado de la guerra, de esos dedicados al trabajo. Fundido y levantado tantas veces. Siempre ahí, metido en su gomería… Volvimos a tener vínculo poco antes de que mamá muriese. Insistía con que yo debía reunir a la familia. Ponía esa misión sobre mis espaldas. Mis hermanos ya eran grandes, no le daban mucha bola”.
Lo cierto es que aunque su padre nunca le manifestó su apoyo por su carrera artística, Dente descubrió que, en silencio, estaba orgulloso de todo lo que hacía: “Cuando mamá se fue, ya no sabíamos sobre qué charlar… No quedó otra que redescubrirnos. Durante muchos años él había sido duro con mi vocación: 'Sos alguien si vas a la Universidad', me decía. Pero años más tarde me escribió una carta pidiéndome perdón por su falta de apoyo. Cuando falleció, en su departamento encontré, muy bien guardadas, cada una de las revistas en las que había alguna nota mía. Pude conectar con él. Entender su historia. Sanar. No quería quedarme con la imagen de un monstruo", concluyó.
En Nosotros a la mañana, Tomás Dente, hermano mayor de Fernando, se refirió acerca de las declaraciones. Su reacción fue contundente: “Hay que preguntarle a él que fue el que habló”. Además de aclarar que no lo busquen para hacer declaraciones porque “pierden el tiempo”.
