Anoche, Flor Vigna se enfrentó a su exnovio, Nico Occhiato, en la final de Bailando. No fue un duelo fácil: su ruptura fue conflictiva, plagada de rumores de infidelidad y desengaño.
Pero con el tiempo, supieron superar la separación y hasta tener un trato cordial que mucho confundieron con un nuevo acercamiento.
Lo cierto es que Nico Occhiato dio el gran batacazo y le arrebató la corona a su ex, quien ya había sido dos veces campeona de Bailando. La derrota no resultó indiferente y, a partir de ahora, Vigna está dispuesta a asumir una actitud completamente diferente en la vida.
Al menos, eso es lo que manifiesta en el descargo que compartió en su cuenta de Instagram, palabras post final de Bailando: “Día especial. Día de observar el camino al que aposté, al que invertí AMOR, ENERGÍA y TIEMPO. Día de abrazar fuerte a esas personas que enriquecen tu vida. Día de poner pausa para AGRADECER todo lo bueno y prometerse aprender de todo lo malo y así nunca más darle lugar.
Cada día me conozco más, me descubro más, no quiero perder más tiempo con mi versión sumisa, esa versión que por miedos, paradigmas y comodidad responde más a la mirada del otro que a la propia.
No quiero HACER lo que me digan, quiero SER.
Quiero tener muchas anécdotas, experiencias y vivencias. Quiero DAR todo el amor que tengo y RECIBIR todo el amor que me den.
Gracias por este año maravilloso,cada momento abro más los ojos y veo cuál es la VIDA que quiero CREAR. A jugársela con TODO. GRACIAS VIDA PLANEO HONRARTE FUERTE”.
Las palabras de Flor nos dejan varias dudas: ¿cuándo habla de abrazarse a personas que le hacen bien, se refiere a Mati Napp? ¿Acaso todo este tiempo fuimos testigos de una Flor Vigna “edulcorada” y recién ahora vamos a conocer su verdadera personalidad? El tiempo lo dirá.
