Dorothy Herson decidió darle un cambio de 180° a su vida, renunciar a un trabajo millonario para irse a vivir a un bote sin muchas comodidades. La joven abogada, que es oriunda del Reino Unido, asegura que “no se arrepiente ni por un minuto de orinar en un balde y no lavarse el cabello con shampoo”.
Después de graduarse en la Universidad de Warwick en donde obtuvo un título de primera clase en inglés, Herson realizó un postgrado de un año en la Universidad de Derecho en Moorgate y se recibió de lo que siempre había soñado.
Ella relató al respecto: “Fueron muchas horas y mucho estudio, pero siempre había querido ser abogado. Era todo lo que había soñado. Desde que era pequeña me habían dicho: ‘Tienes que estudiar mucho y sacar buenas notas'”.
A pesar de esto, su preparación solo era el comienzo de una carrera exitosa, ya que a los 25 años se unió a un reconocido bufete de abogados que cuenta con oficinas en todo el mundo, obteniendo así un salario de £ 90.000, más de tres veces el salario promedio anual del Reino Unido.
"FUE DIFÍCIL"
Sin embargo, la joven afirmó: “Pero fue realmente difícil. Estaba en mi escritorio a las 7 am u 8 am y trabajaba hasta las 21”, confesó al respecto. Y agregó que mientras sus amigas hablaban sobre sus salidas, ella “solo miraba la computadora sin parar”.
A partir de allí su salud empezó a empeorar. “Perdí mucho peso y eso tuvo un impacto negativo en mi salud mental, estaba realmente estresada”, comentó.
Ante esto, la joven que estaba decidida a comprarse una casa, ahorró dinero y casi consigue una hipoteca cuando un compañero de trabajo le hizo una declaración que cambió su vida. Su amiga le dijo: “estarás encadenada a ese préstamo durante al menos los próximos 20 años”.
“Eso fue hace dos años, cuando tenía 25 años, y sus palabras me causaron terror. “¿Realmente quería ser abogado con piso e hipoteca?”, se preguntó.
Fue entonces cuando la joven abogada renunció a su trabajo y compró un viejo barco donde actualmente vive. “Mis jefes no querían que me fuera, pero ya había tomado una decisión. Mis padres estaban furiosos y mis amigos pensaban que estaba loca, desperdiciando una gran carrera y años de estudio para vivir en un viejo barco oxidado”.
