Sebastián Villarreal, el atacante de Julieta Antón y Sofía Bovino, habló tras perpetrar su agresión y se mostró arrepentido por lo que hizo, pero también manifestó su intención de retomar las clases de baile con ella.
El agresor, de 30 años de edad, hirió con un cuchillo a las dos bailarinas en una escuela de danzas del barrio de Palermo, ubicada en la Avenida Federico Lacroze al 2000, pero luego de su detención, será internado en un neuropsiquiátrico para ser tratado por su “trastorno psicótico”.
Mientras tanto, Villarreal, que manifestó sufrir “alucinaciones”, seguirá internado con custodia policial en el Hospital Tornú hasta que se dedica qué institución de Salud Mental lo va a alojar.
Según manifestó la psiquiatra legista en su informe y que fue difundido por Crónica, corresponde la “remisión a institución neuropsiquiátrica para diagnóstico y tratamiento hasta cesar su peligrosidad para sí o para terceros".
Tras examinar a Villarreal, la especialista informó que se encontraba “vigil, lúcido, angustiado, pueril, globalmente orientado, con conciencia de situación y sin conciencia de enfermedad, colaborador activo, con pensamiento de curso normal y contenido concreto".
Además, siempre de acuerdo con el informe presentado por la perito, el agresor refiere padecer alucinaciones con “ideación delirante persecutoria focalizada en un pai umbanda con el cual habría una causa de abuso sexual en la UFI 10 o 12, de La Plata".
Por otra parte, Villarreal presenta “ideación delirante erotómana (fases de enamoramiento-desilusión –paraje al acto) focalizada en la docente ´Juli´ de baile, con juicio desviado".
Además, el acusado “niega ideación auto heteroagresiva" en el momento en que fue examinado por la psiquiatra legista, manifiesta que "hoy puede volver a casa y pedirle perdón a Juli", y que "quiere volver a tomar clases con ella".
Por todo lo expuesto anteriormente, la experta que evaluó al agresor de Antón y Bovino, éste presenta una “descompensación psicótica en trastorno psicótico crónico y retardo mental".
