Julián Weich puede sentirse más que contento. Acaba de superar una parada muy brava como es estar internado durante dos semanas tras contagiarse de coronavirus. Y el conductor es consciente del riesgo que corrió durante su internación en el Instituto Argentino de Diagnóstico y Tratamiento (IADT).
“Salvo que sea una grabación, estoy vivo. Me están dando el alta en este momento, así que estoy desesperado por salir corriendo, cosa que no puedo, pero estoy contento. Es como que te morís, pero nadie te avisa, porque no te duele nada, pero te estás muriendo. Y en el tiempo que estuve acá internado no tuve miedo, pero de repente te ponés a pensar en que lo bueno es que puedo contarlo, porque hay gente que no lo pudo contar”, empezó diciendo Julián, en diálogo con su compañera en radio Uno, Maby Wells.
Y prosiguió: “Me atendieron bárbaro, no me faltó nada. Es una situación rarísima, no te enterás de nada, y por más que te enteres no podés hacer nada. Me sacaron sangre de todos lados, yo me entrego para que el médico me cure”, para luego refutar que mantenga una postura en contra de la vacunación.
Oxígeno
Weich también contó que no tuvo un cuadro grave, pero que sí tuvieron que suministrarle oxígeno durante la semana que permaneció en terapia intensiva.
“Nunca había estado internado. La cabeza en un momento se para, no avanza, te quedás trabado. Quería pensar algo y no podía”, confesó, ahora que ya pasó lo peor.
El conductor también tuvo palabras para cierta parte del periodismo: “Los periodistas me llamaban al celular para salir al aire. Que te llamen a vos que estás en terapia intensiva, tenía ganas de… Es una falta de respeto llamar a un tipo para hacer una nota cuando está internado en terapia intensiva”.
