L-Gante y Tamara Báez le pusieron punto final a su relación, que tuvo como fruto del amor a su hija Jamaica, con varias idas y vueltas y rumores de infidelidad por parte de ambos.
El fin de semana, el trapero fue visto saliendo de un hotel con una joven que luego se supo que era Luli Romero, una bailarina. Cansada de ser señalada como una de las causantes de la ruptura, la mujer hizo un descargo en redes sociales en el que se encargó de desmentir las acusaciones en su contra.
“Luego de haber transcurrido un lapso de tiempo más que prudente a la espera que el tiempo aclarara la verdad de lo ocurrido en mi relación laboral y demás con el cantante de cumbia, y al no haberse logrado el objetivo de conocerse la verdadera verdad, hoy me veo obligada a dar la cara como corresponde y sincerar la situación”, arrancó Romero.
“Yo solamente pretendo trabajar como lo hice siempre, para eso estudié actuación, modelaje, baile y demás”, explicó Luli, y señaló: “Llegué hasta acá sola sin necesidad de colgarme de nadie, todo lo contrario se ha perjudicado en mi honor, fama y nombre a raíz de la difusión pública de un video”.
“Se me cerraron buenas oportunidades laborales por esto, siendo perjudicada en lo personal y lo laboral. No hay mayor decepción que la que viene de alguien que creías diferente”, disparó, presuntamente, contra L-Gante.
Por último, Luli Romero insistió, por si quedaban dudas: “Dejo en claro que entre el cantante y yo, Luli Romero, no existió nada de amantes, solo relación laboral”.
