Hace algunos días, Adabel Guerrero sorprendió al desaparecer de las redes sociales porque estaba atravesando una fuerte crisis a tan solo un mes de haber dado a luz a su primera hija, Lola.
Muchos atribuían su estado a una inminente separación de Martín Lamela, su pareja y padre de su hija, sin embargo, aunque se barajó la posibilidad de una ruptura, el problema de fondo era otro.
Adabel se volvió demasiado obsesiva con el cuidado de la pequeña. No quería que nadie se le acercara y obligaba a su pareja a higienizarse antes de tener cualquier contacto con la beba.
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Este “exceso de cuidado” hacia los bebés, cuando llega a un nivel que incluso angustia a la madre del pequeño e impide que pueda socializar, tiene un nombre: trastorno obsesivo compulsivo postparto.
Las características del TOC Postparto
Se caracterizan por llevar al extremo algunas de las preocupaciones normales de toda madre. Por ejemplo, si están preocupadas por la higiene de sus hijos, son capaces de bañarlos varias veces al día.
Son mujeres que piensan casi constantemente en hacer todo bien, angustiándose tanto que, para controlarlo todo, llevan a cabo conductas de manera ritual o de manera muy repetida. Si una madre está preocupada por los gérmenes, puede llegar a esterilizar cualquier cosa que vaya a tocar el bebé o lavar las mamaderas durante horas.
“Dormir poco no me ayudaba. Pasé una crisis muy fuerte con la llegada de Lolita, me obsesioné en cuidarla y con el tema de los gérmenes”, admitió Adabel Guerrero en su cuenta de Instagram.
Otras madres, se preocupan por la posibilidad de hacer daño sin querer a sus bebés. Llegan a obsesionarse tanto que, al final, se niegan rotundamente a tenerlos en brazos, porque creen que si lo hacen, se les caerá, incluso se niegan a bañarlos por miedo a ahogarlos.
¿Qué hacer?
Buscar ayuda profesional y charlar del tema con los más allegados, quienes deberán estar alertas cuando algo no marcha del todo bien tras el parto.
