La familia de Roberto Sabo, el kiosquero asesinado en Ramos Mejía, está considerando cerrar el negocio. Después de que pasaran nueve días del asesinato de este hombre, su familia evalúa la posibilidad de clausurar el negocio que les habría servido de sustento para el hogar durante varias décadas.
Ante esto, el hijo mayor del comerciante fallecido, que con tan solo 25 años que también trabajaba en el drugstore “Pato”, ubicado en la Avenida de Mayo al 800, en pleno centro de esa localidad del partido de La Matanza, expresó: “La idea es no seguir porque los entiendo (a sus abuelos) al 100% de que tienen miedo. Les sacaron un hijo y les pueden sacar un nieto tranquilamente”.
Además, el joven agregó: “Gracias a eso comíamos. Gracias a mi viejo que estaba siempre ahí. Y ahora el pedido de mi abuelo, tanto como de mi mamá, es que no se abra”.
El asesinato de Sabo no solo generó conmoción sino también indignación, lo que disparó diversas protestas contra la inseguridad, y que los vecinos organizaran una colecta para la familia en donde se reunieron dos millones de pesos por medio de las redes sociales.
Asimismo, el nieto de la víctima apuntó: “Estamos en veremos, cómo haremos y qué haremos. Se agradece mucho a la gente que nos mandó la colecta, la plata y todo eso. Nos da un parche para pensar tranquilos, entre comillas, qué haremos”.
Entretanto, el joven aseguró que la idea es “hacer otra cosa”, aunque se evalúa la forma de terminar con el negocio familiar que fue fundado por su abuelo Pedro en la mencionada zona. "Ahora por lo pronto estamos todos pensando en voz alta: ‘Lo cerramos, bancamos que se termine el contrato, vendemos el fondo, vendemos la mercadería y lo cerramos´. Es como que no tenemos nada claro”, se sinceró.
Sabo, de 48 años, resultó asesinado en el momento en el que recibió cuatro disparos por parte de un delincuente de 29 años, identificado como Leandro Suárez, cerca de las 14 hs del pasado domingo 7 de septiembre.
