El Teto Medina quiere renacer de sus cenizas, como si fuera el Ave Fénix. El conductor, que hace dos años atrás descendió a los infiernos de la drogadicción, ahora busca resucitar y rehacer su vida para que sea más normal y equilibrada.
Es que en 2019, su expareja, Mónica Fernández, lo había denunciado por violencia de género, abuso sexual, amenaza con uso de arma de fuego, privación ilegítima de la libertad y hostigamiento. A pesar de las pruebas en su contra, el conductor fue finalmente sobreseído con argumentos que, para el abogado de su ex, eran insólitos.
“En otras palabras, dijo que como estaba drogado, eso justifica que la viole. Yo no lo podía creer cuando lo oí", manifestó en su momento Alejandro Cipolla, abogado de Fernández.
Pero ahora, tras una internación por depresión, el Teto se mostró en una nueva faceta de su vida, convertido en operador socioterapéutico especialista en adicciones.
En una entrevista por televisión, el conductor apareció luciendo una barba canosa y explicó a qué se dedica ahora.
“Trabajo en comunidades terapéuticas con chicos que tienen adicciones. Doy mi testimonio y, por otro lado, les contamos sobre la problemática del tema. Les damos nuestros tips para superar el conflicto”, indicó, y dio más detalles de su nueva tarea: “Organizar reuniones terapéuticas con todos los miembros de la comunidad y que aprendan a sacar el dolor y la angustia. Estoy muy entusiasmado con esto”.
EN CARNE PROPIA
Y agregó: “Yo lo viví en carne propia y a partir de esa vivencia me pregunté por qué no involucrarme más. Veo que hay chicos que sienten vergüenza por estar internados. Pero tienen que entender que esto es la salud. Hay que aprender a pedir ayuda y no esconderse. Lo mismo que le digo a los chicos les digo a las familias: ‘vos podés tener a alguien un año internado, pero si cuando uno sale vuelve a la misma familia, va a volver a tener el mismo problema’”.
Luego, Medina explicó qué lo motiva a hacer esta tarea: “No lo hago porque soy buen tipo ni mucho menos. Me sirve a mí en lo personal. Cuando un chico me dice que le salvé la vida, le aclaro que lo que hago es orientarlo para superar el problema de adicciones y le recomiendo ir a algún psicólogo, o sumarse a alguna comunidad”.
Y finalizó diciendo: “Si todo esto que me pasó fue para llegar hasta acá, agradezco. No tengo broncas ni rencores. Soy un tipo feliz. Y si Dios eligió esto para mi vida, lo transité. Hice las cosas bien y él me trajo hasta acá. Me perdoné, perdoné y ahora hay que ser feliz”.
