Lizy Tagliani se mostró muy impactada por la ola de contagios que se dio en su programa en medio de la pandemia de coronavirus.
Si bien fueron varias las personas impactadas por el contagio en el entorno de la conductora (Miguel Ángel Cherutti y Belén Franchese, entre ellos) se confirmó que Leo Alturria, pareja de Lizy no está contagiado.
“Quiero comunicarles que Leo Alturria dio negativo al Covid-19. Le pedí permiso para hacerlo. Te amo”, escribió Lizy en las redes sociales.
Más tarde fue el propio Alturria quien tuvo que salir a contestar críticas: "Entre los dos nos damos fuerza, nos acompañamos a la distancia, hablamos un montón. Ella sabía que yo estaba bajón los primeros días de la cuarentena porque no podía ir entrenar ni salir, entonces me daba un poco de aliento. Y viceversa. Ella al ir al canal, tenía más libertad y se sentía mejor pero cuando pasó lo del Covid se alarmó y se quedó muy preocupada por mí también. Siempre estamos en contacto y nos vamos apoyando mutuamente", expresó en diálogo con el periodista Nico Peralta.
Leo Alturria trabaja como encargado en un edificio de Palermo. El joven cordobés se mostró aliviado luego de confirmar su diagnóstico negativo: "Gracias a Dios, me dio negativo el hisopado y estaba muy ansioso por el resultado. Después de 87 días sin vernos, fui al canal a grabar con Lizy el sábado 13, ese programa salió al aire el lunes 15 y el martes surgieron los rumores de que había un caso positivo en el control del programa. Mientras tanto, yo seguía trabajando en el edificio lo más bien, con los cuidados de siempre, con barbijo y todo el protocolo".
Luego, aclaró que en ningún momento rompió el aislamiento: "Yo pensé: “No puedo tener tanta mala leche. Me vengo cuidando al extremo desde que empezó la cuarentena, no salí, no vi a nadie, hice todo bien y justo vine ahora que saltó todo lo del virus en el canal”.
Leé también
Por último, negó conflictos con los vecinos del edificio en donde trabaja luego de la polémica con Belén Franchese: "No, nada. Es más, no paré de recibir lindos mensajes, sobre todo de apoyo y buena onda. Nadie me vino a tocar el timbre ni a atacarme ni a decirme nada. Nadie me señaló con el dedo y aunque supongo que algo de responsabilidad pude haber tenido, nadie me hizo ninguna escena. Calculo yo que entre vecinos se deben haber dicho: “Che, mirá qué cagada que se mandó Leo”, pero a mí nadie me dijo nada".
