Luciana Salazar pidió en los Tribunales de Comodoro Py ser investigada con el fin determinar si cometió delitos de evasión tributaria y/o lavado de activos tras ser acusada por Cinthia Fernández y Carla Czudnowsky de “cobrar, copiar y pegar” tuits con información política.
“Los insultos sobre el copie y pega y las faltas de respeto me las banco pero que se sepa que a mí nadie me paga ni me manipula, ni con dinero ni con nada”, aclaró en diálogo con Por si las moscas (La Once Diez/Radio de la Ciudad). Y subrayó: “Me harté. Me puedo divertir hasta un punto, entrar en el juego de Showmatch, pero mi credibilidad no la pongo en juego”.
Luli expuso que quienes cuestionaron su información eran “personas con la misma ideología, no es casualidad”. Y explicó cuál es el límite por el cual no permite ser agredida: “No me gustó que pusieran en duda mi credibilidad porque a mí nadie me paga ni me manipula, ni con dinero ni con nada. A mí no me molesta que me cuestionen o que me digan operadora, pero me pareció que pasó un límite que digan que cobro”.
“Por eso lo llevo a la Justicia, tanto con Cinthia (Fernández), como con Carla (Czudnowsky) y cualquiera que diga una cosa así”, precisó Salazar. Y valoró que su accionar en la Justicia “sienta un precedente” para que “la gente empiece a tomar conciencia de que no se puede hablar abiertamente de cualquiera”.
“Yo le pido a la Justicia que las personas que denunciaron que cobré dinero muestren las pruebas de lo que dicen”, explicó la participante del Bailando. Y se lamentó sobre la “presión mediática” que asegura que ha sentido durante toda su carrera: “Toda la vida hubo mucho ojo crítico sobre mí, no se me perdona nunca una. Suerte que ya tengo espalda, me hice muy fuerte y tolero todo. Pero la verdad que me gustaría que aprendan que esto sienta un precedente en adelante. Lo mío es más honesto que calumnias e injurias, yo me autodenuncio”.
En cuanto a su posicionamiento político durante todo este año electoral, Luciana admitió que tuvo una repercusión “inimaginable” y recordó que comenzó cuando “empecé a opinar sobre el Fondo Monetario Internacional y me inundaron la cuenta de trolls”.
“Indudablemente algo de peso debe tener lo que digo, la información que tengo desde adentro seguramente también genera algo de envidia o bronca. Me gusta mucho la política, pero no soy periodista y nunca quise serlo”, concluyó.
