Mirazur, el restaurante que creó el argentino Mauro Colagreco en Francia, fue reconocido como el mejor lugar del mundo para comer. “Compartimos nuestra inmensa emoción desde Singapur con esta gran y cálida familia. Hemos alcanzado esta cima gracias al amor y trabajo de nuestros equipos y la lealtad de cada uno de nuestros clientes”, expresaron desde la cuenta de Instagram del comercio, minutos después de conocer la feliz noticia.
Aunque ya no vive en Argentina, el empresario no olvidó su país de origen a la hora de subir al escenario para recibir el premio: “Le agradezco a Argentina por todas las memorias que tengo, a Francia porque me dio el lugar para crecer, a Brasil por darme al amor de mi vida y a Italia donde tengo a más de la mitad de mi equipo”.
Después de varios meses, llegó el reconocimiento a nivel mundial para Mirazur. Recordemos que el año pasado habían estado cerca de llevarse el primer premio, pero terminaron quedándose en el puesto número 3, detrás de El Celler de Can Roca y Ostrería Francescana.
El restaurante, que se caracteriza por tener una hermosa vista al mar Mediterráneo, ofrece muchos productos de mar y otros que proveen de la propia huerta del dueño. ¿Lo más llamativo? No tienen un menú con platos establecidos, es decir, cada uno puede pedir lo que quiere en función de sus gustos, ganas, y disponibilidad de los productos.
Según informó el dueño algunos meses atrás en Clarín, la ventaja de no tener carta es que si hay sardina, se trabaja sardina, si el pescador trajo una lubina, se ofrece la lubina, y si en la huerta hay arvejas, se ofrecen las arvejas, pero van a ser las mejores que hayan probado en su vida.
