En diálogo con Rodrigo Lussich para el ciclo El show de los escandalones, Romina Milagros Rodríguez, más conocida como Monona y fiel cocinera de Diego Armando Maradona, rompió el silencio y reveló algunos detalles de cómo fueron los últimos días del astro del fútbol.
Sobre la última noche del ídolo, Rodríguez detalló: “Me dijo que no quería comer, pero le llevé unos sándwiches y un té. Dicen que no comió, pero eso es mentira, comió uno porque yo los contaba. Quería estar solo, quería descansar”. Para ese momento, explicó que él solo le hacía caso a Luque, su médico.
Sobre la mañana en la que falleció Maradona, Romina Milagros contó que no se acuerda mucho de la sucesión de hechos que desencadenaron en el fallecimiento de Diego. “Lo único que recuerdo es el conteo, que no quiero ni acordarme. Ese ‘1, 2, 3, vamos Monona’, que fue muy fuerte. No hubo manera de reanimarlo”, puntualizó la cocinera sobre lo que fue su último encuentro con el diez.
Por último, confesó que durante la mañana del 25 de noviembre todos los presentes intentaron reanimar al ex futbolista: “Estaba la enfermera y el de seguridad haciéndole RCP; es mentira eso que dicen que la psiquiatra se lo hacía, porque ella na sabía cómo hacerlo. Y después me decían a mí que le hiciera la respiración. ‘Yo no’, dije. A mí me daba impresión, no podía. Me decían: ‘dale, Monona, hacelo, cuando yo te digo. 1, 2, 3’. Era una locura, ese conteo me quedó grabado en la cabeza por varios días”.
En el diálogo, Romina Milagros Rodríguez comentó cómo era Diego Maradona con ella: “Era divino, como un chico a veces, porque nos reíamos, bailábamos, lo retaba…”. Si bien inicialmente trabajaba para la familia los fines de semana, a causa de la pandemia su trabajo se volvió de tiempo completo, instalándose en la misma residencia.
Con respecto a las hijas del ídolo, la cocinera contó que él no tenía la misma relación con Dalma y Gianinna que con Jana. “Las hijas sí estuvieron, siempre. Cuando llamabas a Gianinna, por ejemplo, siempre estaba, pero con Jana era otro vínculo, no era lo mismo porque no era tan pegada. Se quedaba a dormir, pero el trato era distinto. Dalma hablaba mucho por teléfono por el tema del coronavirus. Todos los hijos estuvieron presentes en todo momento", explicó.
