Murió Juan Bautista Quintriqueo, el femicida de Guadalupe Curual, luego de permanecer internado en el hospital Ramón Carrillo de San Martín de los Andes.
"En su 6to día de internación, siendo las 10.20 hs se constata su fallecimiento", indicó el parte médico firmado por Ernesto Vignaroli, director hospital de San Martín de los Andes.
Luego de asesinar el martes pasado en el centro de Villa La Angostura de una puñalada en el corazón a su expareja y madre de su hija, Quintriqueo fue derivado al hospital tras intentar suicidarse dos veces.
Marcelo Hertzriken Velazco, el abogado de la familia de la joven adelantó que a pesar de la muerte del acusado, "irán contra los funcionarios que no actuaron" para evitar el femicidio.
"Se va a extinguir la acción penal con la muerte del imputado", explicó el abogado, y agregó: "Vamos a ir claramente contra los funcionarios que no actuaron por incumplimiento de los deberes de funcionario público"
Guadalupe Curual, la joven asesinada por su ex pareja el pasado martes en el centro de Villa La Angostura, murió de una puñalada que le atravesó el corazón, según indicó el informe preliminar de autopsia. Además, la herida le produjo un shock hipovolémico que le provocó la muerte.
El documento realizado en la sede del Cuerpo Médico Forense del Poder Judicial de Neuquén informó que la víctima de 21 años tenía un golpe en el rostro, que se lo habría hecho el femicida en su intento por huir de su ex pareja.
Lucía, la amiga con la que convivía la joven, aseguró que “quince minutos antes de que la mate, yo hablé con ella. Me dijo que sí, que la iba a matar si la encontraba. El tipo andaba por el centro buscándola y así fue, porque la estaba esperando, la encontró y la mató”.
Además, sostuvo que, en las semanas previas al asesinato, ambas habían estados aisladas por coronavirus y que hace algunos días habían recibido el alta, por lo que tenían que regresar a sus trabajos. "El tipo sabía que nos habían dado el alta y la iba a buscar por todos lados”, remarcó.
Y agregó: “Guadalupe vivía con miedo todo el día. Había días que, cuando se tenía que ir a trabajar y yo me quedaba cuidando a su hija, me decía que se iba en taxi porque tenía miedo de que el tipo estuviera escondido en la esquina. Cuando volvía, todos los días se tomaba taxi y gastaba plata en taxi, porque siempre tenía miedo”.
