Hija de madre afroamericana y padre suizo-chileno, Paloma Elsesser creció en un barrio de población mayoritariamente negra en Los Ángeles, Estados Unidos. Mientras estudiaba Psicología y Literatura en The New York School, la maquilladora de las celebrities, Pat McGrath, la descubrió en Instagram y le pidió que participara en su próxima campaña.
Desde ese momento, Paloma se codea con figuras ya conocidas como Kate Moss y Naomi Campbell. Su trabajo en el modelaje no paró de crecer y grandes marcas como Nike, Fenty Beauty y la marca de cosméticos de Rihanna la tuvieron como protagonista en sus sesiones fotográficas y publicitarias.
Como todo, la industria de la moda también se está adaptando a los reclamos de las sociedades que piden por campañas más inclusivas y menos hegemónicas. Paloma Elsesser es consciente del cambio que está generando en el ambiente, y por eso el pasado 14 de diciembre escribió un sentido mensaje a través de su cuenta oficial de Instagram.
“Saber que protagonizo una portada de moda americana siendo una mujer gordita, bajita y de raza mixta que nunca imaginó que esta sería su realidad… Aunque mi corazón se llena de gratitud, no estoy satisfecha. Animo a la moda a que nunca deje ir este impulso hasta ver que cuerpos como el mío también dejen de ser radicales, diferentes, raros”. arrancó a escribir la solicitada modelo. Y concluyó: “Quiero ver mujeres de cuerpos más grandes, mujeres de piel oscura, personas con discapacidad y de todas las identidades que han sido dejadas de lado en los medios. Quiero que este momento brinde un nuevo año de posibilidades y una vida de esperanza”.
Gracias a su trabajo, Paloma Elsesser no solo ayudará a visibilizar otros cuerpos, sino que tendrá un impacto visible en el accionar de las marcas. Ahora, las empresas se ven forzadas, de una vez por todas, a fabricar talles más grandes y hacer del mundo de la moda algo accesible a todas las personas, sin importar su talla.
