Un grupo de presos de una cárcel de Tucumán pide que se les instale un cajero automático en el interior del penal para acceder al monto mensual del Ingreso Familiar de Emergencia (IFE). La propuesta ha sido rechazada por las autoridades, quienes buscan tomar medidas para evitar que los condenados cobren el subsidio.
Un representante del Servicio Penitenciario de Tucumán solicitó ante las autoridades gubernamentales que se instalara un cajero automático en las instalaciones del penal para que los reclusos pudieran cobrar el dinero correspondiente a esta asistencia pública. En la actualidad, al menos 14 presos han accedido al subsidio, pero estiman que este número pueda aumentar.
Asimismo, la Oficina de Gestión de Audiencias (OGA) ha recibido diversas peticiones en las que se solicita que los internos puedan salir del penal para cobrar el subsidio o que puedan presentarse ante un banco para gestionar la clave bancaria única (CBU).
La jueza de Ejecución, Alicia Merched, ofreció declaraciones al diario La Gaceta, donde aseguró: “Recibí varios pedidos de este tipo, pero fueron rechazados porque no les corresponde cobrar; no sé cuál fue el criterio que adoptaron mis colegas. Además, no entiendo para qué necesitan manejar efectivo los internos. En todo caso, el IFE lo pueden gestionar sus familiares”.
Por su parte, Jesús Salim, gerente regional del NOA de las Anses, manifestó que “los reclusos no están contemplados en el pago de este beneficio”. Sin embargo, destacó que “cualquier persona puede ingresar y cargar sus datos. Después, se harán los chequeos de los datos con la AFIP y Migraciones. No existe un entrecruzamiento de información con la Justicia”.
Ante esta situación, la ministra de Gobierno y Justicia provincial, Carolina Vargas Aignasse mantuvo comunicación con Salim, y acordó tomar medidas para evitar que los reclusos puedan cobrar la asistencia.
