Pusieron una casa de empanadas en pleno Madrid y, en tres años, ya venden más de 5 millones. Tras la llegada de la pandemia del coronavirus y, al contrario de lo que le pasó a la mayoría de los negocios a nivel mundial, las empanadas “Malvón” comenzaron cada día a ganar más espacio en los medios españoles. Durante estos meses de aislamiento obligatorio, los dueños de este local obtuvieron la apertura de nuevas sucursales. Ahora, la marca tiene tres años en el mercado y se han posicionado a pesar de la fuerte crisis económica que atraviesa España.
La empresa nació de la mano de la argentina Claudia Briandi, y los españoles Alex Polo y David Alvado. Solo Claudia contaba con experiencia en el ámbito gastronómico, pero como docente. Por su parte, en declaraciones brindadas a La Nación, Polo explicó que, tras vivir un tiempo en la Argentina, conoció las empanadas, que no solo se venden en los restaurantes, sino que eran un producto que se llevaba a una cena y que tiene variedad. “Pensé que podíamos replicar el modelo en España, donde no eran tan conocidas".
Tras tres años de haber emprendido este negocio, pasaron de vender 8.000 empanadas mensuales en el local con el que hicieron su entrada al barrio de Moncloa, a comercializar 15.000 por mes en las 30 tiendas que tienen en toda España y en Portugal (diez son propias y el resto son franquiciadas). Lo que quiere decir que, en la actualidad, venden unos 5,4 millones de unidades al año. El nombre del local se lo deben a que, en la casa de Briandi, la única planta que sobrevive es el malvón.
Tanto en los locales propios como en la fábrica desde donde proveen al resto de las tiendas trabajan 150 personas, siendo el 95 por ciento de la plantilla integrada por argentinos. Polo agregó: "El equipo directivo es argentino y en los locales es un personal que explica, recomienda; se distinguen de los españoles que son más de despachar. Para nosotros, la relación con el cliente es uno de los valores a los que apostamos", dice Polo. Otra de las apuestas es al marketing, donde el "sello argentino" pesa fuerte.
