En la provincia de San Juan reabrieron los hoteles alojamiento con varias restricciones para reducir el riesgo de contagio por coronavirus. A partir del 1° de julio, los albergues transitorios sanjuaninos volvieron a abrir sus puertas, después de cien días cerrados.
Marcos Noguera, gerente del hotel “No sé”, de la ciudad de San Juan, contó al diario Los Andes que intensificaron las tareas de limpieza y desinfección para poder recibir a los clientes, apegándose a las medidas establecidas por las autoridades sanjuaninas. “Estamos acostumbrados a lidiar con eso. Es parte de nuestro trabajo. Siempre tuvimos protocolos de limpieza más fuertes que los hoteles convencionales”.
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Este alojamiento reabrió sus puertas al público el pasado día martes, pero aún no cuenta con la misma cantidad de huéspedes habitual. Para que los clientes sintieran confianza para entrar al lugar, decidieron colocar alfombras de sanitización en los ingresos, así como asegurar la entrega de alcohol en gel para que los asistentes puedan limpiar sus manos. Además, prohíben el contacto entre los visitantes y los empleados.
Por ahora, sólo se permiten dos personas por habitación, las cuales deben ingresar a cada cochera y dirigirse directamente al cuarto asignado. Asimismo, el turno de estadía de cada pareja fue establecido en un máximo de dos horas en la habitación.
Tras la salida de las parejas de las habitaciones, los empleados de limpieza desinfectan con amonio cuaternario cada rincón, incluyendo camas, mesas, sillas, paredes, sofá y demás elementos. También se respeta una ventilación obligatoria de una hora al culminar cada turno.
“El cliente y nuestro personal están totalmente seguros. La cobranza, incluso, es por ventanilla a ciegas. No hay espacios comunes y la higiene es constante”, explicó Noguera. Los precios por habitación se mantienen en un rango que va de los $700 a $1.200.
