Renunció a su trabajo en un banco para salir a recorrer la Argentina con sus tres caballos. Marcos Villamil tiene 28 años, es ingeniero agrónomo y tomó la decisión de dejar su trabajo cuando se dio cuenta que cada vez más estaba atado a sus responsabilidades laborales. Ahora ya ha recorrido 3.500 kilómetros cabalgados sobre Mora, Wayra y Tordo, sus tres caballos.
La frase que este hombre repite una y otra vez es cuando se siente frenado por alguna situación: “Miedo es la sensación que surge al visualizar la consecuencia que podría llegar a tener una acción que nunca realizamos”. Sin embargo, afirma que desde hace tiempo perdió este sentimiento, asegurando que “en febrero de 2020 renuncié a mi trabajo estable. Trabajaba en el sector agro de un banco. Lo hice para ir en pos de mi sueño: salir a cabalgar la Argentina de sur a norte con mis tres caballos y en solitario”.
Además, afirma que su motivación es un deseo que nace desde la niñez: “Estuve siempre vinculado a los caballos e imaginaba un día poder hacerlo. Hace seis años, este sueño loco se me plantó en el alma, y hoy puedo transformarlo en realidad”. Fue entonces cuando, hace seis meses, salió de Buenos Aires con sus tres compañeros (Mora de 11 años -mestizo con árabe-, Wayra de 5 -criollo- y Tordo -percherón e hijo de Mora) para poder visitar lugares poco accesibles, conocer nuevas personas, los pueblos y recolectar nuevas historias a través de un proyecto que llamó “Abrazarte Argentina”.
Paradójicamente, el disparador de su cambio de vida fue haber recibido un ascenso en su trabajo. “Alguna vez me dijeron que la vida se trata de tomar decisiones. Básicamente, fue lo que hice. Había hecho todo según lo esperado: había estudiado, obtenido un título, conseguido un buen trabajo y era feliz, hasta que me ofrecieron más responsabilidades laborales y pensé ‘cada vez estoy más atado y lejos de lo que realmente quiero hacer’”, dijo Villamil, en diálogo con Infobae.
En medio de su travesía, Marcos detalló que rota los roles de sus caballos, ya que ensilla uno, otro lleva la carga y el restante va libre, al tiempo que relató que, con apenas 10 mil pesos en el bolsillo y un ingreso mensual de 20 mil pesos por el alquiler de su departamento porteño, viene cubriendo todos sus gastos.
