Recientemente, Roberto Piazza habló sobre sus inicios en el mundo de la moda y recordó su llegada a Buenos Aires. Tras compartir detalles de sus días grises en el servicio militar obligatorio, el diseñador cambió de tema para develar con qué famosos lo confunden en la calle.
“Me han confundido, y fueron absurdas. Un día me dijeron Antonio Gasalla… Con todo respeto a él que lo adoro y lo amo, pero nada que ver físicamente, nada. La gente está muy loca, está drogada”, comenzó diciendo Roberto. Dicho comentario generó risas en Jey Mammon y todos los presentes en el estudio del programa al que fue invitado.
Roberto también explicó que existieron ocasiones en las cuales se confundieron su nombre con el de otros diseñadores, pero aclaró que lo que más le molestó fue cuando lo llamaron por el nombre de un reconocido estilista. “Me dijeron Jorge Ibáñez también, y nada que ver. Pero lo peor que me dijeron fue Roberto Giordano. Fue lo peor que me han dicho”, aseguró con la honestidad que lo caracteriza.
Muerto de risa, Jey le consultó si en esa oportunidad utilizó la típica frase del peluquero, “no me peguen, soy Giordano”, pero el diseñador explicó cómo terminó aquel mal encuentro: “Le pegué un cachetazo al tipo que lo tiré al piso de culo… Y es que la gente en serio está muy loca”.
Roberto Piazza contó el motivo por el que se negó a venderle un vestido a Jennifer López
Roberto Piazza tiene una larga y destacada trayectoria como diseñador, y siempre supo reinventarse. Lo cierto es que son muchos los famosos que tuvieron la oportunidad de lucir sus vestidos a lo largo de los años. Hubiese sido un total éxito poder vestir a una de las grandes personalidades en Hollywood como es Jennifer López, pero una petición de la artista lo detuvo.
Cuando le consultaron si era cierto que se negó a venderle un vestido a Jennifer Lopez porque pretendía quitarle el forro, el diseñador se explayó: “Montamos el showroom en la Melrose, la Avenida Melrose en Hollywood, y llegamos a un lugar donde tenían una ropa fantástica: vendían ropa de teatro para las stars”, recordó Roberto. “El tipo este que tenía el lugar me dijo: ‘La colección tuya que fue presentada en la embajada argentina de Los Angeles fue maravillosa’. El tema es que había que dejarla en un lugar. Entonces hice un convenio con esta gente, que siempre vestía a celebrities”, explicó.
Luego continuó:“Me llamaron y me dijeron que Jennifer Lopez quería un vestido de gasa: divino, divino, divino, muy retro, muy Hollywood, cerradísimo, pero forrado. Ella quería el mismo vestido, pero que yo le saque todo el forro”.
En esta misma línea, el diseñador de moda sumó: “Lo que pasa es que en otro momento de mi vida hubiera dicho que sí, pero en ese momento yo quería entrar en Hollywood para vestir a una mina un poco más distinguida. Si bien a mí me encanta la López, yo digo: ‘Si yo entro vistiendo en pelotas a una mina, ya te clasifican mal’. Y no es tan fácil la moda”, selló Piazza.
