En Santiago del Estero, una mujer trans se convirtió en mamá y abuela adoptiva de dos adolescentes y dos nenas. La activista trans, Luisa Paz, se convirtió en mamá, papá, y a la vez en abuela adoptiva junto a su pareja, después de que la Justicia le otorgara la guarda con fines de adopción de dos adolescentes, una de ellas madre de dos niñas.
Este es un “caso inédito”, de acuerdo con la información publicada por la filial santiagueña del Registro Único de Adopción (RUA). A pesar de que la Justicia le otorgó a Luisa y a su pareja, José, la guarda con fines de adopción de ambas adolescentes, el trámite fue iniciado antes de que se desatara la pandemia, cuando ellas sólo tenían 14 y 16 años. En el momento, la última ya era mamá de una beba y una niña de 2 años.
Este caso se convierte en un antecedente para que así más personas travestis, transexuales y transgéneros, por sí mismas o como integrantes de vinculaciones igualitarias, se decidan a iniciar procesos de adopción.
La mencionada pareja estaba inscripta en el RUA y habían asistido a los talleres de sensibilización, por lo que dieron cumplimiento a todos los pasos que exige la ley de adopción.
"Nosotros (por la pareja que integra con José) llevamos 36 años de convivencia y dentro de nuestro proyecto de vida, desde hace 20 años, estaba el adoptar. Pero antes había muchas imposibilidades, las cuales han sido superadas gracias a la lucha y a un gobierno popular que entendió y lleva a cabo políticas públicas para esto, especialmente la reforma del Código Civil", indicó la adoptante.
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Además, Luisa relató que fue convocada por las autoridades del Hogar para brindar un ciclo de capacitaciones, en su rol de delegada provincial del Instituto Nacional contra la Discriminación, la Xenofobia y el Racismo (Inadi). En medio de esa circunstancia, conoció la historia de las hermanas que residían en este lugar, por lo que decidió solicitar junto a su pareja que el RUA analizara la posibilidad de vinculación formal con ellas.
Después de que la propuesta fuera aceptada por parte de los equipos técnicos de las instituciones vinculadas a la adopción, las dos adolescentes y las hijas de ellas comenzaron a visitar y luego a convivir con Luisa y José.
