Aunque le dicen Marila y saltó a la popularidad bajo el improvisado apodo de "la mamá de Burlando", se llama María Lidia Basaldúa, una mujer que a sus 70 años es un verdadero cascabel. Fan número uno de su hijo, el abogado Fernando Burlando, no dudó ni un segundo en acompañarlo a Showmatch para alentarlo desde un costado de la pista. Pero lejos de pasar desapercibida, se convirtió en un nuevo personaje del programa de Marcelo Tinelli.
Ahora que es popular, Marila abre las puertas de su casa en la ciudad de La Plata para revelar todos sus secretos: "Desde que fui al Bailando, la gente me pide autógrafos como si yo fuera famosa", confiesa a la Revista Caras mientras recorre cada uno de los ambientes de su hogar demostrando que es una mujer simple.
Marila es docente de profesión y madre aguerrida y sobreprotectora de sus hijos: "Cuando mi Fernando se propone algo, siempre lo logra. Por eso me puse furiosa cuando Polino le puso cero. Y aunque me cuesta caminar, llegué hasta el jurado sólo por defender a mi hijo", cuenta la mamá de Burlando, quien no hace tanto tiempo sufrió un ACV del que se recupera casi de forma milagrosa gracias a su fuerza de voluntad.
Viuda desde los 50 años, Marila confiesa que solo tuvo un amor en su vida: "Me puse de novia a los 14 y me casé a los 20, como se hacía en esa época: de blanco. El papá de los chicos (por sus hijos, Fernando y Julio) fue el único hombre de mi vida... Después de que muriera mi marido, nunca tuve novio", cuenta y aprovecha la oportunidad para aclarar: "Yo le di un beso a Tinelli pero ¡él me pidió el teléfono!".
