La imagen de un niño despidiéndose de su papá, un soldado ucraniano, se transformó en otra de esas postales que conmueven en estas casi dos semanas desde que estalló la guerra con Rusia.
En la imagen se puede ver al soldado sosteniendo en brazos al pequeño, que llora desconsoladamente y golpea el su casco a modo de reproche, mientras su padre intenta calmarlo ofreciéndole un chocolate.
“Claramente la tensión se ha trasladado aquí, y a otros puntos del país, pero aquí también en lo político, en lo simbólico y aquí también como foco de la resistencia”, expresó en Telenoche Carolina Amoroso, enviada especial al epicentro del conflicto que mantiene en vilo al mundo, mientras en pantalla se podía seguir “La eterna despedida”, como describía la leyenda que acompañaba las imágenes.
“Primero, como dato saliente, son dos millones de personas las que se han desplazado desde Ucrania, un dato absolutamente estremecedor del cual la primera testigo es Lviv, porque 1.200.000 de esos desplazados fueron a Polonia”, agregó Amoroso, datos tan conmovedores como el amor entre ese padre y ese niño en medio de la guerra.
