Los padres de los ocho rugbiers acusados del asesinato de Fernando Báez Sosa volvieron a visitar a sus hijos luego de que Marcos, el padre de Lucas Pertossi, rompiera el silencio del grupo.
“Estuvimos aquí en el que era el primer día de visitas después del testimonio de Marcos, el papá de Lucas. Y me parece que el síntoma de lo que iba a ocurrir cuando salieron era la cantidad de autos en los que llegaron”, arrancó en Telenoche Martín González desde el penal de Melchor Romero, donde se encuentran alojados.
“Desde Zárate vinieron tres autos, hay padres que compartieron el viaje en esta visita. Lo que decidieron los papás es seguir la misma línea que mantuvieron estos últimos dos años. La palabra de Marcos Pertossi no los quebró, salieron hoy y decidieron mantener ese silencio férreo que mantiene ya dos años para estas familias”, agregó el cronista.
“Hay que entender que son una comunidad cerrada. Incluso, tienen muchos vínculos familiares los padres de estos ocho rugbiers acusados del asesinato de Fernando Báez Sosa. No sólo viajan en caravana, comparten los autos, por eso es que tienen un frente muy unido”, comenzó su análisis Rolando Barbano cuando volvieron al piso.
“El papá de Lucas lo rompió al hablar, pero luego de eso llegó otra vez el pedido del abogado, Hugo Tomei, no hablen. Pueden hacer lo que quieran, pero yo les recomiendo que ninguno diga nada. El tema va a ser la próxima audiencia judicial que van a tener para prepararse para el juicio del año que viene, donde probablemente haya alguno de los acusados que decida hablar”, agregó.
“Por ahora lo que ocurrió fue la dinámica de siempre, los padres llevan mucha comida para que sus hijos tengan para toda la semana, la guardan en heladeras. Comparten una comida los jueves, donde suelen compartir los padres con los hijos, y luego los rugbiers van comiendo esa comida hasta el siguiente jueves. Si algo se rompe, va a ocurrir en los próximos días, cuando tengan que declarar ante la Justicia”, cerró Barbano.
