Una mujer de 75 años fue atacada por delincuentes en su casa de Temperley. Los asaltantes le robaron, la apuñalaron con un destornillador y le intentaron prender fuego la casa para no dejar rastros. La jubilada se encuentra internada en terapia intensiva en el Hospital Gandulfo.
El principal sospechoso es el cuñado de una de las hijas de Leonor Matos, que fue a instalarle un tender en su casa. Durante esa refacción, el hombre, que tiene antecedentes penales, habría descubierto los ahorros de la jubilada y volvió después para robarle.
La hija de la mujer denunció un “intento de femicidio”, ya que el sospechoso le dio tres puñaladas en el pecho, que le perforaron los dos pulmones. Según su testimonio, la jubilada “se arrastró por sus propios medios” para poder avisarles quién había sido el responsable.
El inquilino, que vive en la parte de atrás de la casa, fue quien la encontró con la mitad del cuerpo fuera de su vivienda y la rescató. “Cuando la encuentro me dice que no podía respirar, que se iba a morir, la corro un poco y la puedo dar vuelta y veo que estaba atada de los pies, de las manos y el cuello”, relató el vecino.
El principal sospechoso de la causa huyó con un botín de 20 mil pesos. El hermano del supuesto atacante y su mujer se encuentran detenidos. La familia Matos reconoció que el hombre, de 45 años, se había ganado su confianza y que por eso, quisieron darle una oportunidad de trabajar en su casa.
“Ya ahí me di cuenta que no era un cortocircuito, que algo le había pasado. Me dice ‘me quisieron robar, me apuñalaron'. Le logra decir quién fue al chofer de la ambulancia", disparó Leonardo, el inquilino.
