Fue a principios de 2014 que Toto le confesó a su madre, Araceli González, que quería ser actor, pero, inexperto como era, todavía no se sentía cómodo frente a cámaras. Pero, de la mano de su madre, fue perdiendo de a poco la timidez.
Así fue como se animó a posar para los fotógrafos en el marco de una producción para una revista, junto a Araceli González y Fabián Mazzei. Pero este fue solo el primer paso. El espaldarazo se lo dio nada menos que su padre, Adrián Suar, quien durante el festejo por los 20 años de Pol-ka, lo paró frente a cámaras -en vivo y en directo- para todo el país. Algo avergonzado, en aquella oportunidad, Toto confesó que era la primera vez que se lanzaba a la difícil tarea de conquistar al público.
Un poco más seguro de sí mismo y con la irrefrenable vocación de actor a flor de piel, Toto habló acerca de su futuro artístico con el Diario Clarín. Lejos de aprovechar su condición de "hijo de", Toto quiere prepararse para hacer las cosas bien y, el día de mañana, ser juzgado por su desempeño en el set: “Con mi papá hablamos mucho, él me dice que mientras sea feliz me va a apoyar siempre. Cuando le dije que quería ser actor me dijo que no hiciera lo que hizo él sino que estudiara", confesó el joven, además de aclarar que, siguiendo los consejos de su padre, toma clases de actuación en la escuela de Nora Moseinco.
Lo más sencillo es imaginar que Toto ya tiene las puertas de la tele abiertas de par en par. Sin embargo, él no lo ve así. Es más, tiene deseos de hacer su propio camino: “la puerta fácil para comenzar a trabajar es la de papá, pero a mí me gusta el cine, el teatro... ya veré. Primero voy a terminar el secundario. No quiero quemar etapas”. Pensamiento adulto. Los chicos crecen.
