Un acusado por el femicidio de su novia espera el juicio con tobillera electrónica en la casa de los padres de la víctima. Kevin Héctor Manuel Herrera Ullúa es un joven de 21 años acusado de haber asesinado de un escopetazo a quien fuera su novia, identificada como Rocío Sañudo, a mediados del año pasado en la localidad bonaerense de Benito Juárez.
Ahora, el acusado dejará en las próximas horas el calabozo de la Unidad Penitenciaria 7 para así seguir cumpliendo la prisión preventiva, pero en una casa y monitoreado por una tobillera electrónica.
Esta medida no solo sorprendió porque este joven está procesado por “homicidio doblemente agravado y por el empleo de arma de fuego y tenencia ilegal de arma de uso civil”, un delito que prevé como condena la prisión perpetua sino, sobre todo, por el domicilio donde esperará el inicio del juicio.
De acuerdo con la información publicada por el portal El Tiempo, los padres de la occisa confían en la inocencia de Herrera Ullúa, por lo que han ofrecido su casa como una opción a la cárcel para que su exyerno y único imputado por el homicidio de su hija cumpla con la prisión preventiva.
La joven tenía 17 años cuando recibió un escopetazo que acabó con su vida de forma inesperada. Ante esto, los efectivos que se acercaron a la casa de Cuartel VII donde convivía la pareja, se toparon con el sospechoso, quien a gritos le pedía perdón al cuerpo de su novia y repetía que el disparo se le había escapado.
Tras nueve meses de este hecho, los padres de la víctima están convencidos de que se trató de un accidente y que, por este motivo, se ofrecieron como garantes en favor de Herrera Ullúa, imputado por el “homicidio agravado” de su hija.
