Un ex empleado de un centro médico confesó que destruyó 500 dosis de la vacuna contra el covid. Un hombre de 46 años, que no creía en la efectividad de las vacunas y afirmaba que el fármaco del laboratorio Moderna no contaba con seguridad alguna, se declaró culpable de dañar de forma deliberada 500 dosis de la vacuna contra el Covid-19, fabricada por la empresa estadounidense.
Este hombre, identificado como Steven Brandenburg, es ex empleado de un centro médico localizado en el estado de Wisconsin, en Estados Unidos. Como resultado de su acción, al menos 57 personas recibieron vacunas potencialmente dañadas y ahora podría ir hasta diez años preso.
Por medio de un comunicado emitido el pasado martes por parte del Departamento de Justicia del país, las autoridades de Estados Unidos informaron que el hombre, quien desempeñaba tareas como farmacéutico, admitió su culpabilidad.
Además, Brandenburg acordó declararse culpable por lo que los acusan, específicamente por manipular productos de consumo con imprudente indiferencia. Estos cargos acarrean una sentencia máxima de diez años de prisión por cada uno.
Entretanto, el hombre fue despedido del Centro Médico Aurora en Grafton el pasado mes de diciembre, después de que admitiera que había retirado intencionalmente los viales de los antígenos del refrigerador en el que estaban guardados. Gracias a su confesión, pudieron determinar que al menos 57 personas recibieron vacunas potencialmente dañadas.
Asimismo, la Policía de Grafton aseguró que Brandenburg "dijo a los investigadores que creía que la vacuna no era segura para las personas y podría dañarlas y cambiar su ADN".
