Un geriátrico echó a la calle a una mujer por resultarle conflictiva. Una residencia para adultos mayores en Madrid, España, expulsó el pasado viernes a una mujer de 69 años que tenía casi seis viviendo en ese lugar.
La empresa que posee una cadena con 10 hogares de cuidado de adultos mayores en la capital española afirmó que la mujer era una residente problemática que habría incumplido el código de conducta.
Ante esto, la asociación de defensa de los derechos de residentes Pladigmare respondió que el hecho fue ilegal e inhumano, ya que la institución debía haber seguido un proceso de desahucio para así poder garantizar a la mujer un alojamiento alternativo. Ahora se pudo saber que la salud de la mujer expulsada es frágil porque ha sido diagnosticada con agorafobia, un miedo a los espacios abiertos.
En el momento en el que llegó el grupo de trabajadores del Samur Social (el servicio del Ayuntamiento de Madrid que atiende a las personas sin hogar) en auxilio a la mujer abandonada, estaba en la calle sin sus pertenencias. Allí pudieron hablar con el director del lugar, quien explicó que la mujer había tenido un mal comportamiento y que la familia había sido avisada con semanas de antelación.
Fue entonces cuando, en vista de que los empleados sociales no encontraron una rápida solución de alojamiento, una ambulancia tuvo que trasladar a la mujer al servicio de urgencias del Hospital Ramón y Cajal, para que desde allí tomaran una decisión sobre su futuro.
Este lunes, la mujer expulsada seguía en las instalaciones del hospital, de acuerdo con la información que pudieron comunicarle a su hermana. Ahora, los trabajadores sociales de este hospital están en la búsqueda de una residencia alternativa, pero no es un proceso fácil, ya que la mujer no está vacunada y hay centros que se oponen a recibirla.
