Una corrección del calendario maya modificó las predicciones del fin del mundo, ubicando como fecha final el próximo domingo 21 de junio, coincidiendo con el Día del Padre en la Argentina. De acuerdo con las estimaciones hechas por los mayas, el fin del mundo tendría que haber ocurrido en el año 2012, sin embargo, un reajuste en el calendario habría provocado un desfasaje de las fechas.
En el año 1582, los mayas restaron once días al año con el objetivo de precisar con exactitud el tiempo en que la Tierra tardaba en orbitar en torno al Sol. En consecuencia, desde que se implantó este nuevo sistema, se dejaron de sumar 2.948 días, que equivalen a ocho años.
Ante esto, muchos teóricos sostienen que, en la actualidad, deberíamos estar en el año 2012, año en el que los mayas fijaron el fin del mundo. Paolo Tagaloguin, científico estadounidense, es el principal valedor de esta teoría.
Según las explicaciones dadas por Tagaloguin, este error en el cálculo inicial de los mayas se ha traducido en la pérdida de once días por año, lo que da como resultado los 2.948 días mencionados anteriormente. En su opinión, esta oscilación de fechas hace que el fin del mundo, tal como lo habían afirmado los mayas, que inicialmente iba a ser el 21 de diciembre de 2012 sea finalmente este próximo 21 de junio de 2020.
Sin embargo, la Agencia Espacial Estadounidense (NASA) afirmó con rotundidad que “no hay evidencias que respalden estas teorías”. Hasta ahora, no es la primera vez que se pronostica el supuesto final del mundo, de acuerdo con lo planteado por los mayas, ya que inicialmente se pensó para el año 2000, y luego para el 2003, 2006 y 2012.
