Este lunes por la tarde, una mujer entró a robar a una farmacia del barrio de Almagro. La acusada usó a su hija de siete años como cómplice del delito que fue descubierto por el personal de seguridad del local.
El hecho ocurrió en una reconocida cadena de farmacias en la calle Rivadavia de la Capital porteña. Allí las cámaras de seguridad revelaron la verdadera intención de la supuesta compradora que después de deambular por el local, comenzó a guardar cosas de forma sigilosa en la mochila de su hija.
Con mucha cautela, la mujer de más o menos unos 35 años ubicó a la menor de tal manera que los empleados no la veían, y en pocos segundos escondió cinco frascos en la mochila de la nena que llevaba puesto el guardapolvo. Sin embargo, cuando se iba, el personal de seguridad la descubrió y fue interceptada.
“Mecheras entran todos los días, pero guardar lo robado en la mochila de tu hija es insólito”, comenzó diciendo Martín, uno de los encargados de la farmacia.
“El salón es muy grande y entran mecheras todos los días, por eso hay cámaras. A los chicos de seguridad les llamó la atención los movimientos que hizo esta mujer. Así que estuvieron atentos para ver si pasaba por la caja para pagar. Como no lo hizo, la interceptaron cuando salía y recuperaron lo robado”, sostuvo el joven en comunicación con TN.
Las imágenes también muestran esta secuencia en la que la nena fue testigo directa. “No me llama la atención que la haya ido a buscar al colegio y después salió a robar con ella”, finalizó.
